Qué es el Estrés y cómo nos afecta

Entendemos por estrés un proceso fisiológico, psicológico y conductual que se produce en el organismo frente a una situación en la que las demandas ambientales superan a los recursos que tenemos para afrontarlas. Este proceso desencadena una activación que nos ayuda a atender las demandas y resolverlas.

No todas las personas reaccionan igual frente a estas situaciones y esto depende de la valoración subjetiva que cada uno haga de la circunstancia y sus intereses. Así mismo en tiempo de exposición al estimulo estresante también condicionara capacidad de adaptación y vulnerabilidad al mismo.

El estrés es un mecanismo totalmente innato a nuestra fisiología y a la de cualquier ser vivo, nos permite reaccionar con seguridad simplemente para asegurarnos la supervivencia. Nuestro organismo esta totalmente preparado para adaptarse a estas situaciones sin que suponga un daño real, siempre y cuando esté limitado en el tiempo, haya un principio y un final concreto de la activación y por supuesto, la recuperación energética sea eficiente y real, es decir, se suceda de un tiempo de descanso. El problema viene cuando este estimulo es demasiado intenso o se alarga en el tiempo ya que es ahí cuando puede tener efectos nocivos para nuestra salud. Esta cronificación del estrés, aunque no sea ya de alta intensidad, implica una carga tremenda para el organismo que afecta sobretodo al sistema inmunológico. Digamos que la redistribución energética de nuestros sistemas frente a un estresor se ve alterada de tal manera que lo que es prioritario en estado de reposo (sistema inmune, sistema nervioso o sistema digestivo) pasa a ser secundario dando preferencia a los sistemas que nos permiten la “huida” (sistema osteoarticular o cardiovascular) y esto prolongado en el tiempo nos crea desajustes orgánicos que nos llevan al desarrollo de patologías diversas. Por poner algunos ejemplos, a nivel digestivo pueden aparecer por ejemplo, ulceras gastroduodenales, colon irritable o disbiosis, problemas cardiovasculares como hipertensión arterial, mayor riesgo de infarto o ACV, a nivel dermatológico eccemas, psoriasis, alergias, etc. ginecológicos como SOP, amenorrea o síndrome premenstrual, y las psicológicas como insomnio, depresión y ansiedad.

PLANTAS QUE AYUDAN  A LA GESTIÓN DEL ESTRÉS

– Adaptogenas: son un tipo de plantas que actúan de tal manera que nos ayudan a adaptarnos a los estímulos que nos causan estrés. Actúan de manera bidireccional para crear activación o inhibición fisiológica en función de lo que el organismo necesite. Los sistemas donde interfiere son  a nivel de las glándulas suprarrenales modulando los niveles de cortisol en sangre, a nivel mitocondrial activando la síntesis de ATP, en el sistema nervioso y en el inmunológico.

Dentro de las características comunes, cada planta adaptógena tiene unos usos específicos:

Rhodiola: es capaz de fortalecer al sistema nervioso y combatir el estrés y la ansiedad. Aumenta la concentración y es inmunoestimulante.

Ashwagandha: la raíz de esta planta asiática es una gran aliada para los estados de ansiedad, nerviosismo, depresión e insomnio. Se la considera la gran revitalizante de la medicina ayurvédica.

Ginseng: es estimulante del sistema nervios central y transmisión sináptica. Ayuda a aumentar la resistencia al cansancio y al estrés

Eleuterococo: tiene unas propiedades muy similares al ginseng pero es menos conocido. Se utiliza mucho en medicina deportiva gracias a sus prestaciones físicas y resistencia al cansancio.

– Sedativas

Valeriana: Esta planta de efecto sedante, espasmolítico, inductor del sueño y relajante muscular,  está indicada en el tratamiento del insomnio, estrés, nerviosismo y ansiedad.

Amapola de california: efecto relajante y antiespasmódico, analgésica y sedante. Ayuda a combatir el insomnio, la irritabilidad, los calambres musculares y reduce la hipertensión arterial.

Espino blanco: destaca por sus propiedades cardiotónicas, antianginosas y antiarrítmicas. Pero también tiene acción hipnótica debido a que produce una depresión del sistema nervioso central disminuyendo el período de inducción al sueño.

Cada una de estas plantas tienen usos específicos y contraindicaciones a tener en cuenta. Es importante consultar a un profesional que te guie a elegir la formula que me mejor se adapte a tus necesidades. Su efectividad es complementaria a los tratamientos médicos y por supuesto a hábitos de vida ligados a gestión de estrés y técnicas de relajación.

Andrea Montesinos. Naturópata

Published On: marzo 23rd, 2024Categories: ColoresBy

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